lunes, 9 de febrero de 2009

El samurai y el monje Zen

De: sensei_sho (Mensaje original) Enviado: 02/08/2006 02:38 p.m.

Un samurai, conocido por todos por su nobleza y honestidad, acudió a visitar a un monje zen en busca de consejos. Sin embargo, no bien entró en el templo donde el maestro rezaba, se sintió inferior, y concluyó que, a pesar de haber pasado toda su vida luchando en favor de la justicia y de la paz, no se había tan siquiera acercado al estado de gracia del hombre que tenía enfrente.
–¿Por qué me estoy sintiendo tan inferior? –le preguntó, en cuanto el monje acabó de rezar.
–Ya me enfrenté muchas veces con la muerte, defendí a los débiles, sé que no tengo nada de que avergonzarme. Sin embargo, al verlo meditando, he sentido que mi vida no tenía la menor importancia.
–Espera. En cuanto haya atendido a todos los que me buscaron hoy, te daré la respuesta.
Durante el día entero el samurai se quedó sentado en el jardín del templo, viendo como las personas entraban y salían en busca de consejos. Vio como el monje atendía a todos con la misma paciencia y la misma sonrisa luminosa en su rostro. Pero su estado de ánimo iba de mal en peor, pues había nacido para actuar, no para esperar.
Por la noche, cuando ya todos se habían ido, él insistió:
–¿Puede enseñarme ahora?
El maestro le invitó a entrar y lo condujo hasta su habitación. La luna llena brillaba en el cielo, y todo el ambiente inspiraba una profunda tranquilidad.
–¿Estás viendo esta luna, que bonita es? Cruzará todo el firmamento y mañana el sol volverá a brillar. Sólo que la luz del sol es mucho más fuerte, y consigue mostrar los detalles del paisaje que tenemos ante nuestros ojos: árboles, montañas, nubes... He contemplado a los dos durante años, y nunca escuché a la luna preguntarse “¿por qué no tengo el mismo brillo que el sol? ¿será porque soy inferior a él?”
–Claro que no –respondió el samurai. –La luna y el sol son dos cosas diferentes, y cada una tiene su propia belleza. No podemos compararlos entre sí.
–Entonces, ya sabes la respuesta. Somos dos personas diferentes, cada cual luchando a su manera por aquello en lo que cree, y haciendo lo posible para mejorar este mundo; el resto son sólo apariencias.



De: DarKeido Enviado: 06/08/2006 11:32 p.m.

muy interesante sensei, no sabe como me encantan las historias zen. tienen mucho sentido, y como vemos no debemos sentirnos ni inferiores ni superiores a nadie, todos somos humanos, lo que si debemos hacer es ser mejores cada dia.

No hay comentarios: